El Nuevo Rol de la Dirección Financiera

Tradicionalmente la Dirección Financiera ha estado centrada en el pasado, en lo sucedido, y en la protección de los intereses de terceros a través de la contabilidad financiera y la auditoria y en garantizar el cumplimiento normativo contable, fiscal e interno, esta es una labor obligatoria, pero no es la que más aporta internamente.

Yo diría que las responsabilidades de la Dirección Financiera han cambiado y ahora están centradas en apoyar a la Dirección General con la visión de un socio y empresario, en la planificación, en impulsar la reingeniería para conseguir procesos transaccionales eficientes, en gestionar y controlar los riesgos, todo esto dentro del cumplimiento regulatorio pero con una visión más global y externa.

Cumplimiento normativo. El Director financiero es una persona de confianza que actúa como notario certificando los resultados y el cumplimiento de las normas legales, fiscales, contables, y los procedimientos y normas internas.

Contabilidad financiera y auditoría. Garantizar la calidad de la contabilidad financiera para proteger los intereses de terceros y generar confianza en la Banca.

Contabilidad de  gestión, rentabilidad y costes. Suministrar la información contable de utilidad interna, la que necesitan los gestores, con el prisma de la Dirección, centrada en el inventario permanente, los resultados y costes de cada actividad y responsabilidad que permita tomar decisiones económicas con datos, por ejemplo fijar precios.

Planificación y simulación económica y financiera. La planificación en la empresa sirve para tomar decisiones, para comprobar que acertamos, que nuestras decisiones económicas y financieras cuadran y que la repercusión en el tiempo es correcta. El resultado previsible es tan importante o más que el resultado real, ya que nos muestra hacia dónde vamos y que repercusión parece que tendrán nuestras decisiones y planes en distintos escenarios si simulamos los resultados de asumir distintas premisas, con la información de que disponemos en ese momento, pero aun cuando podemos corregir. La empresa sin proyecto no vale nada, su valor es la actualización de los flujos de fondos futuros.

Cierre en tiempo y calidad. La información contable debe ser oportuna y fiable, por lo que se debe trabajar para conseguir una rutina que permita cerrar mensualmente en la fecha acordada, de modo puntual y fiable, quiere decir que debemos aplicar los mismos criterios que en el cierre anual con la correcta periodificación mensual.

Consolidación y reporting. La consolidación debe empezar en el diseño de la estructura del plan de cuentas para facilitar las eliminaciones y hacerla lo más automática posible. El reporting es una función muy importante dentro de la función financiera, ayuda a toda la organización a tomar decisiones con datos desde el Consejo de Administración hasta la persona que compra el material de oficina. Lo ideal es que el reporting y el control presupuestario se haga en comparación del previsto con el real y el año anterior, tanto mensualmente, como el acumulado del ejercicio, de modo que cada Dirección o Área, además de los estados financieros, disponga de al menos un informe con sus variables fundamentales.

La Gestión del Balance. La eficiencia del activo y coste del pasivo, no sólo el circulante, también el inmovilizado, debería cuestionarse la composición del saldo de cada partida del balance, en el activo viendo su eficiencia y rentabilidad y en el pasivo su coste, debemos sustituir los pasivos más caros y si tenemos algún activo inútil debemos deshacernos de él.

Este proceso nos permitirá identificar oportunidades de reducción del activo y su consecuente reducción de nuestras necesidades de financiación. Es conveniente dibujar un balance ideal y convertirlo en un objetivo y trabajar para conseguirlo, no por razones cosméticas sino por rentabilidad, cuanto menor sea el capital empleado más eficiente será la empresa. Es necesario dar crédito para poder vender pero en la medida justa, y es necesario el stock para suministrar a tiempo pero “just in time”. La gestión del circulante es una cuestión de equilibrio, la rotación y control de los inventarios, el control del crédito a clientes y la rotación de su saldo, y por el lado del pasivo la correcta y económica financiación del circulante, con el suficiente fondo de maniobra.

El Control Interno. En el sistema de control interno comienza identificando y dibujando un mapa de riegos que nos permita decidir cuáles cederemos al mercado y cuáles no, y diseñando controles para evitarlos o minimizarlos, dentro de una dinámica de mejora continua debemos sustituir los controles manuales y detectivos por automáticos y preventivos para reducir costes e incrementar la fiabilidad de los mismos.

Procesos y sistemas. Un diseño correcto de los sistemas de información debe buscar cubrir los procesos transaccionales y que los datos se introduzcan una única vez, en una única base de datos que comparten todos los usuarios y procesos para dar un adecuado soporte y apoyo a la toma de decisiones. La información debe ser un subproducto de nuestro trabajo, no debería ser producida exprofeso, lo ideal es que se genere conforme realizamos transacciones, los informes son  quizás lo primero que debemos revisar para saber que necesitaremos en las bases de datos  y de este modo dejaremos rastro de nuestras operaciones como notario de lo actuado, de acuerdo con la información que nos hará falta para agregar y generar la información. La empresa es un ente económico, en el que todo el personal en mayor o menor medida toma decisiones económicas y lo hará mejor si dispone de la información adecuada.

Representación ante la comunidad financiera. El Director Financiero es el puente entre la empresa y la comunidad financiera, por lo que debe conocer muy bien la regulación financiera, para suministrar la información necesaria y generar confianza. Representa a la comunidad financiera en la empresa,  y garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos.

La función financiera debe buscar la eficiencia económica de la empresa que se traduce en competitividad, hace algunos años, coste+margen=precio, hoy la ecuación ha cambiado, por lo que podemos decir que: precio-margen=coste, este cambio convierte el coste en un objetivo, que descompuesto hará que cada uno trabaje por la competitividad de la empresa: compras, producción, etc. Hoy el precio lo fija el mercado y Director Financiero le pone números a las ideas, para lo que debe hacer un constante esfuerzo por mantenerse al día y crear y apoyar un equipo que le permita delegar.

 

Miguel Baldwin
Autor de tesorería efectiva: Enlace a Amazon
mbaldwin@eldirectorfinanciero.com